Garza real

Ayer, aún con la reciente visita (todavía fresca) que hice a la reserva de Blacktoft Sands con la uni, dibujé esta garza real (Ardea cinerea) con un bolígrafo BIC sin tapa que me encontré tirado por el cuarto de estar.

Ardea cinerea

Ardea cinerea

En Blacktoft Sands vi varias garzas reales, por eso me animé a hacer este retrato.

La primera garza que vimos, entre los carrizos, muy cerca del observatorio.

La primera garza que vimos, entre los carrizos, muy cerca del observatorio.

Mosquitero de Pallas en Flamborough

Hoy (17.10.2015) nos hemos acercado al Cabo Flamborough porque últimamente nos llegan muchas noticias de rarezas e invernantes escasos, y como está cerca de casa, hemos decidido probar. Sabíamos que había algunos mosquiteros bilistados (Phylloscopus inornatus) y de Pallas (P. proregulus), así como alguna tarabilla raruna. El Cabo Flamborough está muy expuesto a los elementos, y el temporal de hoy no hacía fácil la observación de aves. Aun así, las pequeñas aves que llegan de Siberia y de Escandinavia llegan aquí habiendo superado duras pruebas climáticas, así que para ellas esto es un respiro, porque encuentran refugio y alimento en setos y herbazales altos. Primero hemos visto un reyezuelo sencillo (Regulus regulus) en un seto de sauces… siguiendo un sendero y pasando por un pequeño y angosto puente de madera, luchando contra la fuerza del viento. hemos llegado a un prado junto al seto donde se agrupaba una manada de BBs (British Birders). Nos hemos quedado cerquita de ellos, porque además uno de los tuits de la cuenta @rbnUK decía lo siguiente:

Y nosotros estábamos justo ahí. Así que persistimos bajo el temporal, hasta que, por fin, un pequeño pájaro bastante llamativo hizo acto de aparición entre las ramas rojizas de un sauce y las zarzas, algo nervioso y rápido, pero he tenido tiempo de verlo. La foto, como veis, no es muy allá. He decidido disfrutar de la presencia del mosquitero de Pallas sin preocuparme de hacer fotos, y cuando he creído conveniente, he disparado. Y así es como he bimbado este pequeño animal procedente de algún punto entre la remota Siberia y Mongolia…

Justo detrás de las hojas verdes, a la izquierda de los escaramujos: mosquitero de Pallas (Phylloscopus proregulus).

Justo detrás de las hojas verdes, a la izquierda de los escaramujos: mosquitero de Pallas (Phylloscopus proregulus).

En el castillo de Scarborough

Hoy nos hemos acercado a Scarborough y hemos dado un paseo por el interior de los terrenos del castillo derruido. Allí, entre las gaviotas en el cielo, nos ha sorprendido un halcón peregrino (Falco peregrinus) graznando.

Record shot. Halcón peregrino (Falco peregrinus).

Record shot. Halcón peregrino (Falco peregrinus).

También por allí volaba (bueno, más bien, se cernía) un macho de cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), que fue atacado por una gaviota…

Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus)

Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus)

Castillo de Scarborough

Castillo de Scarborough

Opilión, creo que de la especie Mitopus morio, en un rincón de una escalinata cerca del castillo de Scarborough.

Opilión, creo que de la especie Mitopus morio, en un rincón de una escalinata cerca del castillo de Scarborough.

Visita a Spurn

Ayer (9.10.2015), fuimos a Spurn. La mañana fría junto al Mar del Norte se fue caldeando conforme avanzaba el día, pero muchas criaturas hicieron acto de aparición desde el principio.

Aeshna mixta

Aeshna mixta

Caminamos por un pasillo entre setos de espinos, donde se agrupaban jilgueros (Carduelis carduelis), gorriones comunes (Passer domesticus), verderones (Chloris chloris) y pardillos sizerines (Acanthis flammea), algún que otro petirrojo (Erithacus rubecula) y acentores comunes (Prunella modularis). Un individuo de zorzal alirrojo (Turdus iliacus) nos sobrevoló a toda velocidad. Junto a un estanque cercano, algunos individuos de cerceta común (Anas crecca) y una aguja colipinta (Limosa lapponica).

Acentor común (Prunella modularis)

Acentor común (Prunella modularis)

Entre las hierbas altas y las zarzas, se oía el canto de algunos grillos de matorral que iban acelerando su actividad conforme avanzaba el día. Caminando entre los setos, llegamos al borde de una playa. La hierba y las matas desaparecían conforme la naturaleza de la tierra cambiaba, de tierra rojiza a guijarros y arena. En el suelo, África descubrió un pequeño arácnido que nos cautivó…

Arctosa perita

Arctosa perita, con las patas extendidas.

Arctosa perita

Arctosa perita

La Arctosa perita es una araña lobo muy relacionada con hábitats arenosos que es bastante común en las costas británicas. Se distribuye por gran parte de Europa. Tras observarla durante un rato, seguimos caminando. Atravesamos una zona de caravanas bastante siniestra, donde una amarilla (Colias croceus), que, por lo visto, es una especie bastante difícil de observar en Gran Bretaña.

Amarilla (Colias croceus)

Amarilla (Colias croceus)

No muy lejos del agua, crecían muchos espinos de mar (Hippophae rhamnoides), arbustos que, cargados de suculentos frutos naranjas, reciben a las aves migratorias que se aproximan a las costas. En un momento determinado nos sobrevolaron unos grupos de ánsar piquicorto (Anser brachyrhynchus).

Espino de mar (Hipophae rhamnoides)

Espino de mar (Hipopphae rhamnoides)

Poco después volvimos al camino entre los setos. El sol ya calentaba con fuerza, la temperatura debía superar los 15C y parecía que había más movimiento. Pudimos observar al grillo de matorral de Roesel (Metrioptera roeselli) en plena acción, estridulando sobre una hoja de zarza.

Grillo de Roesel (Metrioptera roeselii)

Grillo de Roesel (Metrioptera roeselii)

Estornino pinto (Sturnus vulgaris)

Estornino pinto (Sturnus vulgaris)

Poco antes de despedirnos de Spurn, echamos un vistazo a la playa. Junto al agua, en los limos, había algunos cisnes reposando y muchas limícolas, entre ellas, algún correlimos gordo (Calidris canutus) y archibebes comunes (Tringa totanus).

Polinizadores de principios del verano

Sigo publicando entradas atrasadas, «pasando a limpio» experiencias pasadas en el campo. Aquí va un pequeño paseo que hicimos Jess y yo al volver de Inglaterra, a principios de verano.

Hace unos días (15.06.2015), pude al fin pasar unos días en el pueblo. Hay una cuesta que lleva a la Sierra y, si uno la sigue, se termina llegando a la cima del Cerro de San Cristóbal. A los lados de esta carretera hay una variedad ingente de hierbas y arbustos pequeños, casi todas las hierbas son anuales. Algunas de las especies florecientes que más insectos atraen en esta zona son: Papaver rhoeas, Anacyclus clavatus, Malva sylvestris, Hypericum perforatum, Mantisalca salmantica, Centaurea aspera, Centaurea ornata, Scolymus hispanicus, Teucrium capitatum subsp. gracillimum, Sideritis mugronensis, Rosmarinus officinalis, Cistus albidus, Genista scorpius, Bituminaria bituminosa, Coris monspeliensis, Eryngium campestre, Thapsia villosa, Sedum album. Puede que esta retahíla de nombres científicos de plantas parezca que no sirve de mucho, pero en realidad sirve para poner en situación. Me sorprendió que una jara blanca (Cistus albidus) tuviera a esas alturas del año flores, a pesar del calor, y pude contar unas 6 ó 7, pero al encontrarse al otro lado de una valla de protección al borde de un precipicio, no pude acercarme más a algunas de ellas para examinarlas. Me di cuenta de que muchos insectos apreciaban sus flores, lo cual resulta un punto a favor de la planta.

Heliotaurus ruficollis sobre una flor tardía de Cistus albidus.

Heliotaurus ruficollis sobre una flor tardía de Cistus albidus.

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Andrena variabilis?

Pero, sin duda, las estrellas de la zona eran los lepidópteros, y sobre todo las Argynnis pandora (o Pandoriana pandora). Decenas de ejemplares revoloteaban y planeaban sobre las flores y el bullicio invertebrado. Su tamaño supera con creces el del resto de los polinizadores que por allí pululaban. Imaginaos la cuesta junto al monte, rodeada de flores, con la banda sonora de los gorriones chillones y los colirrojos tizones, y el vuelo de esta mariposa, que aun teniendo unos 8 cm de envergadura, siempre atrae la mirada distraída del naturalista paseante.

El gran ninfálido, Argynnis pandora, alimentándose del néctar del Teucrium capitatum subsp. gracillimum.

El gran ninfálido, Argynnis pandora, alimentándose del néctar del Teucrium capitatum subsp. gracillimum.

Andaba, bueno, más bien, volaba por allí también una Issoria lathonia, otro ninfálido, especie que pocas veces he podido ver y que, por suerte, pude fotografiar en mi canchal favorito. Y no solo estas dos especies en el grupo de los lepidópteros. En un tramo del camino de menos de 20 m encontré estas especies:

Issoria lathonia

Issoria lathonia

Hipparchia semele

Hipparchia semele

Hyponephele lupina

Hyponephele lupina

Pyronia bathseba

Pyronia bathseba

Pontia daplidice

Pontia daplidice

Jess descubrió, entre una zamarrilla, un bonito ejemplar de plusia (Autographa gamma), descansando. También hubo tiempo para encontrar otros órdenes de insectos. Una enorme mosca cernidora o sírfido (me gusta usar las dos denominaciones) de la especie Volucella elegans se dejó fotografiar sobre una enorme inflorescencia de Thapsia:

Volucella elegans

Volucella elegans

Sobre una centáurea, el llamativo Mylabris quadripunctata se daba un festín digno de un patricio romano.

Mylabris quadripunctata

Mylabris quadripunctata

Lo cierto es que el sol calentaba de lo lindo, sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, el cielo se nublo y empezaron a caer algunas gotas. Eran los últimos coletazos de la primavera mediterránea antes de dar paso al verano tórrido. Pegando saltitos, como la familia a la que pertenece muy bien indica, Salticidae, la pequeña araña Philaeus se paseaba en busca de algo que cazar bajo las plántulas de las cornicabras. Creo que la especie en concreto es P. jugatus.

Philaeus

Philaeus

Entre nubes de mariposas, abejas, moscas y avispas, seguimos caminando, en dirección a la cruz que hay a medio camino, señal de retorno para nosotros porque se nos hacía tarde. Aún nos dio tiempo a ver algunos e interesantes seres. Por ejemplo, unas moscas del género Hemipenthes.

Hemipenthes sp.

Hemipenthes sp.

Dos ejemplares de Argynnis pandora y un himenóptero curioso.

Dos ejemplares de Argynnis pandora y un himenóptero curioso.

Me llamó muchísimo la atención una invasión de Cuscuta envolviendo un grupo de plantas junto a una cuneta, hilos e hilos bermejos como si fueran lana ahogaban la vegetación.

Cuscuta

Cuscuta

Graphosoma semipunctatum sobre los frutos verdes de Thapsia villosa.

Graphosoma semipunctatum sobre los frutos verdes de Thapsia villosa.

Lagartija colilarga oriental (Psammodromus jeanneae)

Lagartija colilarga oriental (Psammodromus jeanneae).

En cuanto llegamos a la cruz, nos dimos la vuelta a paso rápido, siempre sin dejar de observar. Los gorriones chillones (Petronia petronia), tan comunes en los tejados de Chinchilla, se juntaban con sus parientes los gorriones comunes (Passer domesticus) junto al antiguo matadero.

Izda.: gorrión chillón (Petronia petronia). Dcha.: gorrión común (Passer domesticus), macho.

Izda.: gorrión chillón (Petronia petronia). Dcha.: gorrión común (Passer domesticus), macho.

Vale, ya sé que me he desviado un poco del tema de la entrada (polinizadores), pero no puedo dejar de lado algunas observaciones que amenizaron todavía más el paseo. Ya era tarde y había que hacer la comida, así que nos dimos prisa en volver a casa.


Lectura recomendada: Guía de los polinizadores de España, de Luis Óscar Aguado Martín, Alberto Fereres Castiel y Elisa Viñuela Sandoval. Libro de reciente aparación, esencial en la estantería del naturalista.

Día 4, parte 2: visita rápida a Horna y Pétrola, y encinas de La Felipa

Flamencos rosas (Phoenicopterus roseus) en Horna.

Flamencos rosas (Phoenicopterus roseus) en Horna.

8.9.2015. Esta entrada va a ser corta, porque no vimos mucho, esta no es la mejor época, aparte de flamencos y ánades reales, pero bueno, al menos mi amigo vio flamencos de cerca. En Pétrola había todavía un flamenco con un ala rota, debido a la brutal granizada ocurrida pocos días antes, así que se lo comuniqué al director de la laguna, que amablemente me dijo que irían a buscarlo.

Anax parthenope

Anax parthenope en Pétrola.

En Pétrola vimos un martín pescador (Alcedo athiis), la primera vez que veo uno en este sitio, le hicimos fotos pero no son dignas de colgarlas en la red (estaba subido a un carrizo pero tiene ramaje delante y únicamente se ve el pico y el obispillo azul brillante). También algún chorlitejo grande (Charadrius hiaticula), un combatiente (Philomachus pugnax), cigüeñuelas (Himantopus himantopus) y andarríos chicos (Actitis hypoleucos). A la vuelta, volvimos a pasar por Horna, y esta vez, una garza real (Ardea cinerea) descansaba en medio, entre un grupo de azulones y cucharas. Nada del otro mundo, aunque interesante cita la del martín pescador.

Saxicola rubetra

Saxicola rubetra

Al volver, pasamos por La Felipa, no sin antes detenernos a observar, en la carretera entre La Felipa y Chinchilla, el paso fuerte de tarabillas norteñas (Saxicola rubetra), mosquiteros (Phylloscopus sp) y collalbas grises (Oenanthe oenanthe). De ahí, fuimos directos a las encinas de La Felipa, donde a veces he visto alcaravanes… bueno, no en las encinas, obviamente, sino por esa zona. Lo único que vimos fue un nido a rebosar de hormigas Crematogaster scutellaris, y poco más… Tenía una foto de esta colonia en el móvil, pero mi móvil se escachufló y la perdí…

Día 4, parte 1: por la ruta de la muralla de Chinchilla y más allá de la calle Diablos y Tiradores

9.9.2015. El cuarto día, ya estábamos a las nueve de la mañana realizando la ruta de la muralla de Chinchilla, cargados de cámaras y prismáticos. Por la ladera plagada de especies exóticas e invasoras que hay entre la zona baja del pueblo y la muralla, donde lo que más abunda es el género Opuntia, vimos algunos pajaruelos en plena migración, sobre todo sílvidos. Además, una golondrina dáurica (Cecropis daurica) se dejó ver bastante bien. Algunos gorriones chillones (Petronia petronia) hacían lo suyo, chillar, en las almenas del castillo, típico refugio de estas pequeñas aves residentes y gregarias.

Opuntia ficus-indica

Opuntia ficus-indica

Las estrellas de este paseo fueron, sin duda, las lagartijas ibéricas (Podarcis hispanica). En los parterres, los muros, el suelo, si uno iba con suficiente cuidado, se podían observar estos pequeños reptiles en busca de algo que echarse a la boca bajo el sol mediterráneo de la mañana. Durante los días que vivimos estas experiencias, las hormigas voladoras (casi todas del género Messor) ya salían de sus hormigueros en cantidades industriales, y los reptiles, claramente, se aprovechaban bien.

Podarcis hispanica

Podarcis hispanica

Podarcis hispanica

Podarcis hispanica devorando una hormiga voladora.

Una hora después, decidimos volver a casa para beber agua, repostar un rato, hacer caso al gato, que lo teníamos un poco negado al pobre, y después salir por otra zona de Chinchilla, cerca del Mortirolo. En una callejuela encalada, volviendo a casa, detrás del bar La Ermita, Jess encontró un insecto maravilloso que yo tenía muchísimas ganas de ver, la extraña mantispa (Mantispa cf styriaca), un neuróptero, emparentado con las crisopas y hormigas león, que ha desarrollado unas extremidades delanteras que recuerdan a las de las mantis, a las de algunas chinches e incluso dípteros, y a las galeras (Stomatopoda). Con ellas capturan pequeños insectos, muchas veces pulgones, de los que se alimentan. Si os fijáis en la fotografía, las patas de la mantispa se tuercen bastante hacia atrás cuando se encuentra en reposo, todavía no sé por qué.

Mantispa cf styriaca

Mantispa cf styriaca

Tras un rato en casa, volvimos a las andadas. Pensé que podíamos ir a buscar alguna Argiope cerca del pilón que hay siguiendo la calle de Diablos y Tiradores, no sé exactamente cómo se llama la zona, pero hay una surgencia de agua que inunda el borde de la carretera, creando una zona interesante para plantas como el junco churrero (Scirpus holoschoenus) y la enea (Typha dominguensis). La carretera que lleva a esa zona tiene unos años, y a un lado, hay montones de rocas enormes que aprovechan las lagartijas para esconderse. Por el camino, pudimos observar algunos mosquiteros musicales (Phylloscopus trochilus) en migración.

También hubo tiempo para más insectos. En una escalinata cerca del Puntón, unas hormigas me llamaron la atención. Patilargas, negras, con algunas cerdas blancas y el abdomen dirigido hacia abajo, se trataba sin duda de Aphaenogaster ibericaDos de ellas se entregaban al reconocimiento mutuo, juntando las antenas, y otras dos, se encontraban enzarzadas en una extraña lucha, por llamarlo de algún modo: una sujetaba a otra por el cuello, en una especie de sumisión que yo jamás he visto.

Dos obreras de Aphaenogaster iberica.

Dos obreras de Aphaenogaster iberica.

Extraño comportamiento de sumisión en Aphaenogaster iberica.

Extraño comportamiento de sumisión en Aphaenogaster iberica.

En una budleya cercana, decenas de abejas melíferas (Apis mellifera) y algunas abejas solitarias, así como una podalirios (Iphiclides feisthamelii), se afanaban en libar el néctar de las florecillas. No nos detuvimos mucho más, porque el sol ya calentaba, y ya se sabe que los ingleses se tuestan en seguida. Las lagartijas empezaron a hacer acto de aparición en seguida.

Podarcis hispanica. Fotografía de Jess Stokes.

Podarcis hispanica. Fotografía de Jess Stokes.

Podarcis hispanica

Podarcis hispanica

Ya allí, nos metimos entre las eneas y los olmos, y anduvimos por un pequeño prado con un solitario ailanto (que por cierto, habría que talar antes de que empiece a expandirse por esa zona, aunque no muy lejos hay otro…). Había cientos de saltamontes y otros invertebrados de interés, pero ninguna Argiope.

Incluso, en una olivarda ya en flor, vi dos ejemplares de la avispa Scolia hirta que no dejaron fotografiarse porque volaron rápidamente… Aparte de un Solanum nigrum que nos encontramos (identificado por José Antonio López Espinosa), vimos poco más porque el sol calentaba ya fuerte y los bichos reposan un poco a mediodía, así que decidimos volver a casa a comer, que el cuerpo nos pedía algo de comida. Por la tarde, iríamos a las lagunas de Horna y Pétrola a ver aves acuáticas, tras la horrible granizada ocurrida días antes, donde murieron más de 300 flamencos… Más en la próxima entrada.

Día 3, parte 2: collalbas negras y boquinegros en el castillo de Chinchilla

Como dije, fuimos por la tarde al castillo de Chinchilla. Hay una buena población de collalba negra (Oenanthe leucura) en Chinchilla, y muchas aprovechan los huecos de las antiguas murallas para hacer sus nidos y prosperar. Como el día anterior había estado lloviendo, todavía quedaban algunos caracoles pululando por los descampados. Encontré estos dos ejemplares de Otala lactea en la calle Camilo José Cela. Como estoy haciendo una lista de gasterópodos en Chinchilla, esta cita me viene muy bien.

Llegamos al castillo sobre las siete menos cuarto, y la presencia de varios grupos de personas me hizo sospechar que no veríamos ninguna collalba. Otra vez estaba equivocado. Me acerqué al muro del foso, y allí, en una pared, dos collalbas negras (Oenanthe leucura) jugueteaban a perseguirse. Jess consiguió una imagen «de prueba» que me deja usar en esta entrada:

Collalba negra (Oenanthe leucura)

Collalba negra (Oenanthe leucura)

Al atardecer, volvimos a casa. Desde la terraza, utilizamos el detector de murciélagos de mi amigo, y captamos, entre 35 y 40 kHz sonidos que supusimos pertenecerían a algún murciélago de borde claro (Pipistrellus kuhlii) o un murciélago ratonero (Myotis sp). Poco más hicimos ese día. A la mañana siguiente, queríamos levantarnos pronto para pasear por algunas calles de Chinchilla y buscar más fauna interesante. Y justo eso hicimos.

Equinoccio de Otoño 2015

Hoy se ha dado el equinoccio de Otoño en el Hemisferio Norte Terrestre. A las 10.21 h (hora peninsular ibérica) del día de hoy, se ha producido la entrada de esta singular estación en nuestras latitudes. A mí me ha pillado de lleno en Gran Bretaña. Para celebrarlo, hemos salido a explorar un poquito a las afueras del pequeño y apacible pueblo de Kilham, buscando las primeras señales del Otoño, aunque no teníamos mucho tiempo y, aún así, vimos alguna que otra cosilla.

Consuelda (Symphytum officinale), todavía en flor.

Consuelda (Symphytum officinale), todavía en flor.

Zarzamora (Rubus fruticosus)

Zarzamora (Rubus fruticosus)

Cepaea nemoralis

Cepaea nemoralis

Setas creciendo en la humedad de un muro.

Setas creciendo en la humedad de un muro.

Un herbazal junto al riachuelo del que he hablado en otras entradas, Beck's Head. Las flores en umbela son de la apiácea Heracleum sphondylium.

Un herbazal junto al riachuelo del que he hablado en otras entradas, Beck’s Head. Las flores en umbela son de la apiácea Heracleum sphondylium.

Para concluir y a pesar de no haber visto gran variedad de aves en este corto paseo de celebración otoñal, hemos obtenido algunas observaciones de una gran bandada mixta de gaviotas y córvidos, los últimos aviones comunes (Delichon urbicum)pardillo común (Carduelis cannabina), grajilla (Corvus monedula), corneja negra (Corvus corone) lavandera pía (Motacilla alba yarrellii).

Motacilla alba yarrellii

Motacilla alba yarrellii

En El Torcío

El otro día (11.07.2015) estuve explorando, junto a unos amigos, las orillas del río Júcar a su paso por el término municipal de Albacete, en el paraje conocido como El Torcío. Para llegar hasta allí desde Albacete, ha de dirigirse uno por la carretera que lleva a Los Pinares, junto a Romica, y en uno de los desvíos se llega hasta el pequeño paraje, atravesando repoblaciones de pinos carrascos y piñoneros, con buenos sotobosques de romeros y coscojas en algunas zonas, y algunos nogales y encinas solitarios.

El Júcar, a su paso por el paraje de El Torcío.

El Júcar, a su paso por el paraje de El Torcío.

Uno de nuestros amigos, amante de la pesca sin muerte, se entretuvo a la orilla del agua, intentando pescar alguna carpa, y mientras, fuimos a dar un paseo para explorar la zona. Alejándonos de la orilla del Júcar, las áridas laderas de las lomas aparecían cubiertas de vegetación mediterránea como romeros, coscojas, pinos carrascos y piñoneros, encinas y algunas zarzas y espinos albares, así como retamas y cardos. Las uvas de pastor (Sedum sediforme) alzaban sus amarillas inflorescencias entre los tomillos y las rocas. Muchas hierbas ya hacía días que andaban agostadas, pero los insectos se encuentran en su salsa en esta zona: calor y sol es lo que necesitan para concluir sus ciclos. Vimos varias especies de hemípteros (chinches), muy abundantes en el monte por estas fechas:

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Jess tuvo la suerte de ver un insecto que jamás he visto, yo me lo perdí, pero al menos le hizo una foto. Se trata de una Stictocephala bisonia, una chinche saltadora de la familia Membracidae, procedente de Norteamérica, que se ha extendido mucho por el sur de Europa.

Stictocephala bisonia

Stictocephala bisonia

Una de las chinches que vi y que fotografié me sorprendió horas más tarde, al comprobar la foto, ya que su escutelo servía de hogar a un pequeño grupo de ácaros parásitos chupadores de hemolinfa.

Chinche verde (Nezara viridula) parasitada por ácaros.

Chinche verde (Nezara viridula) parasitada por ácaros.

Agalla de la avispa parásita Diplolepis eleganteriae sobre un foliolo de rosal silvestre (Rosa sp.).

Agalla de la avispa parásita Diplolepis eleganteriae sobre un foliolo de rosal silvestre (Rosa sp.).

También hubo tiempo para la observación de aves. Las oropéndolas europeas (Oriolus oriolus) no dejaban de cantar desde los altos álamos plateados, incluso conseguimos ver una hembra; pero, sin duda, la estrella de la tarde fue un jovencito alcaudón común (Lanius senator) que se mostró muy dispuesto a ser observado por nuestros curiosos ojos, mientras devoraba una abeja. El canto de los jilgueros resonaba por el vallejo y las golondrinas rozaban el agua a toda velocidad con sus cortos picos para saciar la sed.

Alcaudón común (Lanius senator), joven.

Alcaudón común (Lanius senator), joven.

La flora de la zona también tiene interés científico. Un espino albar (Crataegus monogyna), con los frutos todavía verdes, resistía implacable la insolación veraniega de media tarde, junto al camino, a unos metros del río, donde la zona perdía esa humedad característica de los bosques de galería.

Espino albar (Crataegus monogyna)

Espino albar (Crataegus monogyna)

Los árboles que crecen en la orilla forman un paisaje característico. Los álamos blancos (Populus alba), de follaje plateado, parecen de purpurina cuando el viento voltea las hojas y muestra su envés blanquecino. Otros árboles comunes en la zona son el fresno (Fraxinus angustifolia), los sauces (Salix sp.) y el olmo (Ulmus minor), que no es raro por el Júcar albacetense. En las orillas, los carrizos (Phragmites australis), las cañas (Arundo donax) y las eneas (Typha domingensis) hacen imposible el acceso a las salvajes aguas del Júcar, formando un ambiente sombrío y húmedo que aprovechan los invasores peces mosquito (Gambusia holbrooki) para resguardarse y alimentarse. Estas zonas remansadas son óptimas para ellos, ya que no se aventuran al centro del cauce, donde el agua podría llevárselos, y porque se alimentan de pequeñas larvas de insectos que viven entre los tallos de estas plantas palustres.

Bosque ripario en El Torcío.

Bosque ripario en El Torcío.

Fue una tarde de exploración y descubrimientos naturales en buena compañía, acompañados por el fluir de uno de los ríos que hidratan las secas tierras de nuestra zona, el Júcar.