El domingo (19/04/2015) acompañé a algunos miembros de la Sociedad de Historia Natural de Hull a Rievaulx, un pequeño pueblo enclavado en Yorkshire del Norte, junto al río Rye, en el Parque Nacional de los Páramos del Norte de Yorkshire. Rievaulx (Rye +»val» = «Valle del Rye») es famoso por su antigua abadía cisterciense abandonada en 1538, cuando Enrique VIII disolvió los monasterios. Hoy en día, la abadía está en ruinas, pero se puede visitar (pagando, eso sí), ya que la gestiona English Heritage.
Yo tuve la suerte de visitarla hace un año, y caminar por el interior de sus naves derruidas y exploré las ruinas, pero de una forma más turística. La visita del otro día se centró en observar la fauna y la flora de sus alrededores, en el bosque de Ashberry, sin entrar a la abadía. Hicimos una ruta circular que nos descubrió varias especies interesantes, entre plantas y animales, destacando la observación de dos mirlos-acuáticos (Cinclus cinclus gularis), trepadores azules (Sitta europaea), un halcón gerifalte (Falco rusticolus), este último probablemente escapado de una especie de zoo de rapaces cercano, un rápido colirrojo real (Phoenicurus phoenicurus) que casi ni vi, y las primeras golondrinas del año. También pude ver durante dos milésimas de segundo un topillo rojo (Myodes glareolus) que desapareció veloz entre la hojarasca.
Como esta vez no traje cámara, las fotografías las tomé con el móvil, pero quedé satisfecho con ellas, a pesar de todo. La primavera avanza lentamente este año por las Islas Británicas, más que el año pasado, pero las prímulas, violetas y otras plantas de bosque florecían ya con efusividad, incluso los jacintos de bosque abrían sus primeras flores.
Caminando llegamos a un pequeño puente, de esos que en las historias europeas guardan trolls debajo, que atravesaba el río Rye. Un aviso de uno de los naturalistas del grupo nos alertó de que, efectivamente, el río (que apuntaba maneras para que algún mirlo-acuático lo habitara) tenía presencia de esa especie. Había dos ejemplares de mirlo-acuático de la subespecie gularis que vive en esta zona de Gran Bretaña. Uno de ellos permaneció sentado mucho rato, tranquilo y medio dormido, al borde del agua, dejando fotografiarse.
Vale, no seáis crueles, las fotos están hechas con móvil y prismáticos, bastante bien salieron. Después de mirar los mirlos-acuáticos, seguimos por otro sendero que discurría por una zona de herbazales, paralela al río.
Allí crecían algunos robles de imponente altura y cerca de uno de ellos, encontramos un faisán muerto. Bajo el cadáver, se revolvían algunos silfos de cuello rojo (Oiceoptoma thoracicum), un escarabajo de la carroña que vimos mucho ese día…
Caminando y caminando, llegamos a una zona que podría considerarse «ancient woodland», es decir, «bosque antiguo», una categoría de bosque británico que cuenta con especies vegetales que no aparecen en bosques más modernos, pues el campo inglés está, digamos, «muy tocado» por la mano humana y no quedan zonas más o menos vírgenes. Siguiendo el sendero, descubrimos más animales, como el topillo que nombré antes, y plantas de interés:
Cerca de donde encontramos el torvisco macho, nos desviamos hacia el valle de nuevo, y allí, al borde del río, crecían muchos petasites (Petasites hybrida). El sol empezó a calentar con fuerza y de repente todo se llenó de dípteros, como diversas moscas abejas (Bombylius major), moscas cernidoras e himenópteros, que libaban néctar en las grandes inflorescencias de los petasites. Esta planta se introdujo en Gran Bretaña porque es una de las primeras plantas en florecer y ofrecer néctar a los insectos.
El sol calentaba la tierra y las mariposas también se animaron a hacer aparición, como esta C-blanca (Polygonia c-album) que incluso conseguí que se subiera a mi dedo:
Fue un día muy completo, en el que se elaboraron listas de plantas, aves y de invertebrados que podéis visitar haciendo click aquí y aquí.
Me ha gustado mucho la entrada, pues si que dio de si el movil! las fotos estan muy bien tambien.
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¿¡Con el móvil!? Pues te ha quedado una entrada chulísima. Dan ganas de ir ahí ahora mismo y «bichear» como tú, disfrutando del entorno y sacando jugo a la excursión.
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